Es una vida de formas, de miradas, de contornos e impresiones. De superficialidad,
de caer bien, de conseguir, de impresionar y aparentar. ¿Es esto, es esto lo
que se está reflejando en mí?
La vida, que no es más que la inexistencia de nuestra existencia, solo
tiene valor por el significado.
Si veo formas es porque mi
corazón las proyecta. Y esto me entristece. Porque sé que es contraproducente,
atrapa al corazón y lo endurece. El corazón solo tienes una capacidad de concentración,
que cambia, ahora aquí ahora allá, pero finalmente la que más abunda es la que rige el mundo de tu vida.
Es verdad que también reconozco
significados, este es el placer de los
placeres, nada se le asemeja, pues los significados son la esencia de la
vida.
La belleza solo es tal en el corazón,
en el buen carácter, en la simpatía, en la nobleza y en la dulzura. El amor es
extraño, y a veces solo es amor por amor.
El amor siempre tiene que estar demostrado por hechos acciones y palabras,
SIEMPRE.
El amor es siempre la fuerza más poderosa, porque viene del corazón,
porque es universal y porque no tiene fronteras ni forma; es amor.
Cada forma tiene su significado,
cada vez que te esfuerzas, ves más los significados y menos las formas. Te vas
dando cuenta de que pertenecemos al mundo de las formas, pero por ahora estamos
en estos cuerpos y en este mundo de formas. El ser humano es, su alma es, un
significado. El mundo moderno nos tiene atrapado en las formas. Pero por constitución
somos seres espirituales.
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