Internet ha abierto nuevas
formas de comunicación, de hecho todo un nuevo mundo de posibilidades al
alcance del teclado. Es interesante notar como una vez internet se ha
convertido en un fenómeno de masas, capaz de servir como instrumento de
control, y ni que decir tiene, un generador inmenso de riqueza, diferentes
partidos están tomando medidas para controlar el océano de información en que
internet se ha convertido.
Estados Unidos es el imperio
dominante en este muevo paradigma, conglomerando las compañías más grandes e
influyentes y contribuyendo de forma activa a desarrollo e innovación. Con las
leyes PIPA/SOPA se dio un primer paso tratando de delinear las normativas a
seguir. El borrador de ley CISPA es la nueva sensación, redefine términos y
hace un giño a las grandes compañías de internet; toda compañía que comparta
información con el gobierno tendrá inmunidad judicial, ya que apostillan, sería
muy difícil probar intencionalidad en la violación de privacidad.
Recientemente Facebook ha
publicado una nota ´A Message About CISPA´
en la que hace unas declaraciones contradictorias; a la vez que declara su
apoyo a la ley CISPA, defiende que la seguridad y privacidad de sus 845
millones de usuarios no se verán afectadas.
En España, el miércoles 11
de Abril, el Ministro del Interior anunciaba la propuesta de ley; pena mínima
de dos años por convocar ´algaradas´ por internet y hasta prisión provisional.
Después de los incidentes de
Gran Bretaña el verano pasado y las acusaciones y detenciones de integrantes del
movimiento Ocupar Wall Street basándose en sus tweets y status de facebook, es
latente que internet y las redes sociales se han convertido en un fenómeno de
comunicación e interacción aparte.
La importancia reside en la
capacidad de agrupar información y controlar a las masas en un medio que
comenzó como una plataforma para compartir y que paulatinamente se ve
controlada por un grupo más reducido de grandes compañías. El control y la capacidad
de vender y/o utilizar esta información, lo convierte en un medio de ingresos
multimillonarios.
Mientras que Occidente
aplaudía a los agitadores en la llamada ´Primavera Árabe´ por el uso de
internet y las redes sociales como medio de protesta subversiva, cuando estas
protestas se producen es casa, observamos reacciones muy diferentes. Y es que
hay mucho en juego, mucho control e inmensos intereses económicos que
multinacionales y estados quieren y van a proteger con nuevas medidas. Esto
solo es el principio, ´el compartir ya no es la
raison d'être de internet, multinacionales y estados
toman sus posiciones.