miércoles, 18 de abril de 2012

Compartir ya no es la raison d'être de internet



Internet ha abierto nuevas formas de comunicación, de hecho todo un nuevo mundo de posibilidades al alcance del teclado. Es interesante notar como una vez internet se ha convertido en un fenómeno de masas, capaz de servir como instrumento de control, y ni que decir tiene, un generador inmenso de riqueza, diferentes partidos están tomando medidas para controlar el océano de información en que internet se ha convertido. 

Estados Unidos es el imperio dominante en este muevo paradigma, conglomerando las compañías más grandes e influyentes y contribuyendo de forma activa a desarrollo e innovación. Con las leyes PIPA/SOPA se dio un primer paso tratando de delinear las normativas a seguir. El borrador de ley CISPA es la nueva sensación, redefine términos y hace un giño a las grandes compañías de internet; toda compañía que comparta información con el gobierno tendrá inmunidad judicial, ya que apostillan, sería muy difícil probar intencionalidad en la violación de privacidad. 

Recientemente Facebook ha publicado una nota ´A Message About CISPA´ en la que hace unas declaraciones contradictorias; a la vez que declara su apoyo a la ley CISPA, defiende que la seguridad y privacidad de sus 845 millones de usuarios no se verán afectadas.

En España, el miércoles 11 de Abril, el Ministro del Interior anunciaba la propuesta de ley; pena mínima de dos años por convocar ´algaradas´ por internet y hasta prisión provisional.
Después de los incidentes de Gran Bretaña el verano pasado y las acusaciones y detenciones de integrantes del movimiento Ocupar Wall Street basándose en sus tweets y status de facebook, es latente que internet y las redes sociales se han convertido en un fenómeno de comunicación e interacción aparte. 

La importancia reside en la capacidad de agrupar información y controlar a las masas en un medio que comenzó como una plataforma para compartir y que paulatinamente se ve controlada por un grupo más reducido de grandes compañías. El control y la capacidad de vender y/o utilizar esta información, lo convierte en un medio de ingresos multimillonarios.

Mientras que Occidente aplaudía a los agitadores en la llamada ´Primavera Árabe´ por el uso de internet y las redes sociales como medio de protesta subversiva, cuando estas protestas se producen es casa, observamos reacciones muy diferentes. Y es que hay mucho en juego, mucho control e inmensos intereses económicos que multinacionales y estados quieren y van a proteger con nuevas medidas. Esto solo es el principio, ´el compartir ya no es la raison d'être de internet, multinacionales y estados toman sus posiciones.


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