Se cae como se caen todas las cosas que no tienen unos buenos fundamentos. Pero
Grecia no es un caso aparte. Todos somos parte de este sistema. El primero en
caer es simplemente el más débil. Es como jugar con tarjetas de crédito, todo
va bien mientras hay crédito u otra tarjeta para ir tirando, pero cuando se
acaba…te encuentras con la realidad. Bien, el que tiene más tarjetas sigue
jugando, el que tiene menos…es el más tonto.
El sistema económico capitalista
actual se basa en el eterno incremento. Visto que vivimos en un mundo finito,
el pensar que podemos tener siempre incremento material es impensable. Inmaterial
si, material no. La otra falacia en la que se basa el sistema económico actual
y - todo el sector financiero que tanto ha sido expuesto últimamente - es la unánime
aceptación de la usura. La usura es comúnmente conocida como interés. El interés
es el aumento en la transacción. Los bancos a los que hemos conferido poder y
control sobre todas nuestras compras, transacciones y fondos monetarios de cualquier tipo, ganan
en cada transacción que realizamos en el mundo. Los bancos hacen dinero de
nuestro dinero. Pero no solo eso, hacen dinero de nuestras ganancias, de
nuestro ahorro y de nuestra perdida. Siempre ganan.
Pensadlo bien…cada país en el mundo aparta de su presupuesto anual entre un
15% y un 25% para pagar la deuda externa. Esto significa que alrededor de un
20% de la riqueza anual mundial va a parar a las manos de los banqueros. ¡Terrible!
¿Por hacer qué? Por imprimir dinero de la nada que luego nos prestan por más
intereses.
Este modelo, digan lo que digan no tiene sentido.
Lo que hemos estado escuchando; que los bancos tienen la culpa de casi todo
pero no podemos eliminarlos, o que son la base del sistema moderno actual….ya
no vale. Hay que romperlos, hay que formar un futuro nuevo. Hay que formar un
sistema descentralizado que rompa moldes y que traiga equidad entre gobiernos,
empresas y particulares.
¿A dónde vamos?
Es la hora de los revolucionarios, es la hora de los conquistadores, es la
hora del futuro.
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