miércoles, 28 de marzo de 2012

A un amigo



Mi corazón siente mucho. Y en cada pedacito de vida que respiro, a veces siento mi corazón mil y una vez aniquilado en algún sentimiento y amor humano.

En este mundo tan abarrotado de noticias, ideas y opiniones, en el que cada cual tiene su forma de parecer y de hacer…todo se me antoja un gran caos que se desenvuelve, no obstante, el en más dulce y sutil de los ordenes naturales. 

Y en mi afán iluso, iluso y humano, pues qué es más iluso que el ser humano, mi mundo se detiene ante la falta de entendimiento de unos y otros…y mi incapacidad a ratos, de mantenerme firme ante el arrebato de las tempestades humanas.

Hoy un amigo se va. Y como otros que se fueron, un pedazo de mi se va con ellos. Porque ellos representan una nobleza innata, de sinceridad inamovible y de creencia pura. Desde ahora, mi corazón llora su partida y siento ya su ausencia más que mi vida. 

Lloro, desde ahora, porque llorar me da la vida que mi corazón ya no tiene. Y ahora solo cabe el gozo de aeropuerto y despedida. Y cuando surcando el cielo vea, a cualquier avión, lloraré, lagrimas de tristeza y de alegría, que serán testigos de todo cuanto escribo.

La nobleza es una rara cualidad en estos días, pero es hermosa cuando se trata y hermosa cuando la amas. Se cultiva, se reconoce y se transmite. 

Es mi lamento sincero, el que hace irrompible nuestra amistad, hasta el fin de los tiempos.


jueves, 22 de marzo de 2012

Tus ojos



Más de 24 horas sin dormir. Eran la siete de la mañana de ayer e iba a transcurrir todo el día siguiente sin dormir, ni siquiera un ratito. Eso era lo de menos, ya lo tenía asumido. Aparqué el coche en una cafetería que frecuento y los cinco minutos del café rápido, se convirtieron en media hora mientras observaba la actividad bulliciosa de esas horas de la mañana. 

Al salir mi coche no estaba, la grúa se lo había llevado. Poco más podía ir mal, sin dormir, sin ducharme, sin coche… al menos tenía conmigo mi mochila y mi ordenador personal. En ese instante decidí no darle importancia. 

Me dirigí a otra cafetería con la intención de hacer un gran día de trabajo. Al fin y al cabo era lo único que podía hacer y todo lo que necesitaba lo tenía conmigo. Llamé a un buen amigo y me dijo que no me preocupase, que él se encargaba de recuperar el coche y lo traería al terminar el día. 

Y así sin más, el día cambió como del día a la noche. Lo supe cuando vi sus ojos. Después de comer había ido a mi cafetería preferida. Me senté en la barra y alrededor estaban grabando un anuncio o tomando fotos. Eso que importa. Ella, guapa y de elegantes movimientos, se sentó a mi lado. Y al volver la cara…dije ´¡wow!´ ´¿e, e…esos ojos son los tuyos?´, ´quiero decir son de verdad…son naturales….` ella sonrió amablemente y dijo ´si´. Volví a repetir ´¡wow, son preciosos!´.

Eran los ojos más bellos del mundo. Eran azul, azul oscuro intenso, como cuando miras mar adentro y ves un azul penetrante, y a la misma vez sientes la profundidad del mar viva en su reflejo exterior. Tenían trazas brillantes, casi metálico, como un azul intenso, brillante, penetrante y metálico. Eran un mundo por si solos. Por un instante me zambullí en el hechizo de belleza, ojos de otros mundos y realidades, como si estuviese viendo una visión, viviendo otra realidad paralela, ella ya no estaba enfrente…y yo ya no estaba en mi cafetería preferida.



martes, 20 de marzo de 2012

De la muerte



No lloré, pero se me saltaron las lágrimas. El sol se estaba poniendo y en el cementerio, cargado de sentimientos, el leve viento que soplaba parecía que cortaba, frío y seco, como si el verano también hubiese muerto de repente.

El entierro transcurrió tranquilo. Al finalizar me encontré solo, mirando al horizonte de la tumba. Y sólo en ese momento reconocí donde y porqué estaba allí. Estábamos enterrando a alguien que hace unas horas estaba vivo y ahora no lo estaba. Mi mente recorrió las pocas veces que había visto a esta persona y que aun así era tan cercana a mí. Y es que, en las últimas semanas, dos, tres, cuatro personas de mi entorno habían perdido la vida. 

Solo entre las tumbas, y aunque a mi alrededor había gente, seguía solo, pensando en cómo sería perder a alguien que realmente forma parte de tu día a día y da vida a tu corazón. Desgarrador.

Y si después de la muerte no hay nada... ¿A dónde se han ido? ¿Y por qué? ¿Y por qué se sienten todavía si están muertos? 

Vamos de vuelta, al lugar de donde vinimos, donde moran las almas que somos las personas. Y que una vez acabado el contrato, regresamos nuestro cuerpo a la tierra y seguimos adelante, para afrontar un nuevo reto, en el que nuestro cuerpo ya no tiene lugar, pero nuestra alma, nuestro interior, es todo lo que tenemos, para hacer frente a ello. 

Al salir del cementerio, lo hice con paso lento, ahora consciente de que cada uno de mis pasos me llevaba a ese destino. Que no es final, como nos empeñamos en pensar, ni no que el camino viene antes de nacer y continúa después de morir y que cada paso adelante es tan importante y tan determinante en esta vida  como el anterior. 


jueves, 15 de marzo de 2012

SAFE HOUSE


Tengo un amigo muy interesante, pero hoy estaba de capa caída. Y al ir al cine nos decantamos por ver algo de Hollywood, por eso de no tener que pensar mucho, y terminamos viendo “Safe House”.

Las primeras escenas fueron un shock y me han hecho replantearme de nuevo algo que ya sabía, pero que ahora me fuerza a comentarlo.

“Safe House” está rodada en Cape Town, Sudáfrica y claro, al vivir en Ciudad del Cabo (o Cape Town en inglés), pues la cosa se ha puesto graciosa e interesante. Había unas tomas preciosas de la ciudad, las montañas de Table Mountain y Lion´s Head salían espectaculares y el océano desde la zona de Table View era del más puro azul. Claro está, en otras tomas, también había ambigüedades y sin sentidos. Los protagonistas estaban en un lugar de la ciudad y aparecían de repente a cincuenta kilómetros, solo por cruzar una calle. Y cosas por el estilo.

Pero eso no es lo interesante. Lo que me ha impactado es la belleza, casi irreal de cómo Hollywood muestra sus películas. La ciudad parecía más bella de lo que normalmente parece. El cielo es azul, las calles radian con transeúntes, con ajetreo, con vida. El  mar es azul intenso y las olas rompen con total perfección, mientras que las montañas tienen siluetas perfectas, con senderos bien marcados y verdes de ensueño. En este escenario te muestran al protagonista, joven y apuesto, con una novia de escándalo, y una historia heroica por realizar. Todo un sueño.

Claro que siendo de Cape Town, algo te choca. Y te dices, bueno, Cape Town no es así, no es tan, tan bonito, no es tan vibrante ni tan espectacular. Como si hubiese algo irreal y de exageración en el modo, no ya solo del lugar en el que sucede la historia, sino también de la misma historia y de los personajes. Todo es perfecto, todo está programado; la ciudad es preciosa, las vestimentas del tío, el tipazo de la rubia. Luego, cuando la película se pone más fea y caótica…hasta eso perece perfecto; los coches son viejos con estilo y el caos es una delicia estridente que te mantiene en vilo.

En definitiva, todo roza la perfección de una manera tan perfecta, que te hace percibir el efecto opuesto; que es irreal.

Y es que Hollywood nos muestra una forma de vida que no es real y hasta cierto punto inalcanzable. La perfección que reflejan sus películas es una forma más de marketing y de adoctrinamiento del consumismo capitalista. Es increíble. Es jactancioso. Es una afronta a la diferencia de cada uno de nosotros. No todos somos iguales, todos tenemos una forma y esencia diferente; ni perfecta ni imperfecta, simplemente…particular a cada uno de nosotros.
De la misma forma, a pesar de esta soberbia, como si eso que nos enseñan fuese el patrón a seguir, desde vestuario, a relaciones personales, a la misa forma en la que nos desenvolvemos en el mundo…solo muestran lo contrario. La incapacidad de mostrar un ser humano real, en un escenario real y en una historia real. Y que pocas películas muestran, a veces se entiende por el elemento dramático que es necesario en el arte, sin mediocridad, ni degradación, ni sensacionalismo. 

Estos pensamientos surcaron mi cabeza sobre todo al principio de la película. Luego ya todo entra como dado por sentado. Cuando los coches comienzan sus frenéticas persecuciones y los protagonistas se matan a tiros…entonces ya no te acuerdas de nada y todo pasa, normalmente, casi como si lo que estas viendo fuese una historia más de la vida real. 

Pero ahora, sentado en el patio de mi casa, todos estos pensamientos vuelven. La realidad es diferente a Hollywood, sin ninguna duda. Pero es aun mejor que lo que muestra. Tiene más tonos, más posibilidades, más sentimiento, más esencia…es realidad. 

Sentado bajo el cielo estrellado de Ciudad del Cabo, en esta preciosa noche de verano, llegan a mis oídos el ruido de las imparables olas del océano, las palmeras bailan al son de la suave brisa que sopla y a lo lejos, los dos cuartos de luna menguante, recortan la silueta perfecta de Lion´s Head. No es una película. Es la realidad. No es solo un escenario. Es la parte de la vida en la que me encuentro ahora, con excelencia y sensacionalismo, pues eso es tan humano como la vida misma, pero también con mediocridad y bajeza. 

Pero quizás y lo más importante es que en esencia, es la singularidad y el más profundo deseo del ser humano de superarse y de obtener, en su medida, excelencia, son estas dinámicas de desarrollo personal y social, las que deberían regir los parámetros de nuestra sociedad. Nuestro arte refleja una parte de lo que somos, para bien o para mal.


jueves, 1 de marzo de 2012

Terrorismo Financiero




Es una teoría más. Pero valida igualmente. Y hasta cierto punto, y aunque no comparta la agenda política-religiosa de Irán, me parece acertada y atrevida, mirando de cara al futuro. Ya que en un mundo donde el actual sistema económico está de capa caída y Europa y EEUU no parecen dar la talla, los países emergentes buscan, a codazos, su lugar.

No voy a entrar en discusiones nucleares, ni armas de destrucción masiva, ni de la tensión con Israel. 

En cambio nos fijaremos en petróleo y DINERO.

Desde la creación de la OPEP (1960), todas las transacciones de petróleo se han pagado en dólares. Lo que aumenta la demanda de dólares y da una ventaja extraordinaria a EEUU en su economía. De hecho es uno de los pilares en los que se basa su hegemonía.

Al parecer, meses antes de la invasión de Iraq, el Ministerio del Petróleo Iraquí, barajó la posibilidad de vender petróleo en euros. Todos sabemos lo que pasó después.

Irán a día de hoy está mucho más avanzado en esta propuesta. Ha lanzado un comunicado en el que propone diferentes divisas, además de oro, como pago por las exportaciones de petróleo.

Esto en caso de tomar forma y un volumen serio, podría ser un gran golpe bajo para el monopolio mundial de divisas de EEUU.

Veremos lo que pasa. 

Haya o no conflicto bélico, esto es terrorismo financiero. Y sinceramente, ya era hora de que algún país tuviese el coraje y la visión suficiente para hacer algo al respecto.

La libertad para usar libremente cualquier método de cambio (moneda), tanto en nuestras transacciones diarias como en las transacciones internacionales debe de ser una libertad constitucional. Y en esta libertad se debe incluir y facilitar el oro como un método de pago de igual elección.

Esto es terrorismo financiero. Pero un cambio es la única manera de encarar el fututo. El sistema económico-financiero está acabado.

Y si no, pregúntale a Grecia, o a cualquier otro Europeo.